viernes, 12 de junio de 2009

El temor a los pedacitos de la oposición

No tengáis miedo del hombre libre: temed al
esclavo, si llega a romper las cadenas

Friedrich von Schiller (1759-1805)
Poeta, dramaturgo y filósofo alemán.

“La oposición es pedacitos y nosotros una masa invencible. No habrá diálogo con ellos” vocifera eufórico el Presidente Chávez en su maratónico show dominical. El lunes los partidos de oposición instalaron la Mesa de la Unidad para construir alternativas frente a las políticas equivocadas del gobierno. Inmediatamente la musculatura imbatible del oficialismo actuando reactivamente es invadida por el nerviosismo. Entendible: esos pedacitos unidos, aún cuando no hay procesos electorales este año, con una agenda central lograrán, como ya lo ha hecho, liderar la sociedad democrática y derrotar el autoritarismo. La experiencia de la deforma constitucional esta latente. El miedo es libre.

Un gobierno que posee, según las palabras de su hiperlíder, una masa invencible, no debería temerle a los pedacitos de la oposición. ¡Ah! una cosa es la diáspora y otra la unidad. Un equipo unido en torno a una agenda común se convierte en un atractivo para la colectividad, una alternativa válida y revive la esperanza de la sociedad democrática. Elemental, mi querido Watson. El apoyo popular del que tanto alardea el gobierno no es tal. Todas las encuestas registran que en los venezolanos hay hastío de este gobierno manirroto que dilapidó más de 950 mil millones de dólares en 10 años, no ha resuelto un solo problema y todos se han acrecentado. Estábamos mal y vamos peor.

Renace la esperanza. La Mesa de la Unidad, concentrará, no sólo a los partidos políticos, también convergerán en su seno las Redes Comunitarias, los gremios, el movimiento estudiantil, las organizaciones civiles e individualidades que aspiran una sociedad abierta a todos los venezolanos. Hay el compromiso de trabajar para recuperar el sentido humanista de la política, colocando al ser humano en el centro de la acción del estado. Igualmente se trabajará unidos para recuperar el estado de derecho, el respeto a la libertad de expresión, dónde los medios de comunicación, reconquisten su libertad de informar sin censura o autocensura cómo están sometidos en el presente. Es la vuelta a la libertad plena. Hay que romper las cadenas.

No hay dudas que hay nerviosismo. Los pedacitos de la oposición unidos al lado de la sociedad democrática son mayoría. La reacción es denunciar por “N” veces un magnicidio. No ven los homicidios que diezman la población. La vida se les va en tratar de ocultar, con esos escándalos magnicidas, la realidad que vive diariamente el venezolano. Inseguridad social y personal, escasez, corrupción, inflación, desempleo, pésimos servicios públicos, con el agravante de los racionamientos eléctricos, agua potable y gas doméstico y para coronar la insensibilidad bolivarista, todavía persiste la regaladora de nuestras riquezas sin orden ni concierto. Las exportaciones petroleras a Cuba son palmarias. Lo que está a la vista no necesita anteojos.
No hay magnicidios, no hay golpes de estado, no hay conspiraciones. La procesión va por dentro. El hiperliderazgo, el centralismo, la ineficacia, la corrupción y la impunidad están haciendo metástasis en el cuerpo purulento del oficialismo, las cadenas de la autocracia están por romperse y ahora con una oposición unida, los deseos de cambio del venezolano tienen posibilidades de encauzarse para obtener la plena libertad. Es eso lo que los tiene nerviosos y llenos de temor. Por sus reacciones os conoceréis.

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