domingo, 26 de julio de 2009

Chávez: el eximio ejercicio de hipocresía

El único vicio que no puede perdonarse es la hipocresía:
El arrepentimiento del hipócrita es de por sí una hipocresía

William Hazlitt (1778-1830)
Ensayista y crítico inglés.

Hay que luchar contra la corrupción. “Háganlo, hagámoslo. Contralor, Fiscala diputados ustedes tienen competencia, vamos combatir la corrupción. No importa quien sea. No se coman el cuento ese que ponen a circular, que cuando investigan a alguien, dicen que hay molestia en Miraflores. No, al contrario, si es mi papá o un familiar, con más razón. ¡Afínquensele!” No hay excusas, pues. “el funcionario o ex funcionario que compro un finca, carros lujosos, viviendas privilegiadas y lleve un nivel de vida que no puede justificar, hay que aplicarle la ley. ¿Qué no se puede probar? ¡Ah! se le aplica la renta presunta” Muy bien. ¡Al fin! descubrió que la soga está en el cuello del ahorcado.

Palabras más, palabras menos tronaron en los oídos de todos los venezolanos este 25 de julio. Era la cadena nacional que tuvimos que calarnos con motivo de los 10 años de la Asamblea Nacional Constituyente. El presidente Chávez, tiene la “sensación” que hay corrupción en sus cerca de 11 de gobierno y hay que atacarla e invitó a denunciar, investigar y castigar. Ese discurso lo hemos escuchado en muchas otras oportunidades y no pasa nada y por los vientos que soplan, no pasará nada. El gobierno está corrompido hasta los tuétanos y un castigo sería autoflagelación. Lo que está a la vista no necesita anteojos.

El ejercicio de hipocresía con relación al flagelo de la corrupción del Presidente Chávez es de antología. Hay denuncias bien sustanciadas, con pruebas irrefutables y hechos que lo revelan notoriamente. Tres botoncitos de muestra. Uno: Andrés Velásquez tiene un compendio de pruebas de corrupción en Guayana, ha retado al Presidente para que le ponga hora y fecha, no sólo para entregárselo, sino también para explicárselos y probárselos. Hay silencio total. Recíbalo, Presidente. Hágalo y demuestre con esa acción que el ejemplo entra por Miraflores. El líder está obligado a ponerle el cascabel al gato.

Dos: Wilmer Azuaje, líder político del estado natal del Presidente, diputado electo en las planchas del partido que lidera Chávez, conocido y amigo muy cercano hasta hace poco de la familia presidencial, ha hecho, hace y sigue haciendo denuncias bien serias acerca del grosero enriquecimiento de su entorno intimo y familiar. De ser cierto, cómo lo afirmó el líder del proceso, que eso no molesta y hay que afincarse en esas denuncias con más razón ¿Por qué no lo invita a Miraflores y le recibe el legajo de pruebas que dice poseer y las pone en manos de las autoridades competentes con el encargo de llegar hasta las últimas consecuencias? Hágalo y verá que su ejemplo, los demás también lo harán. Hay que predicar con el ejemplo.
Tres: La comisión de la verdad que nombró el legítimo Alcalde Metropolitano, Antonio Ledezma, presentó un informe donde queda patentizado la brutal, salvaje y obscena corrupción que marcó la gestión del anterior alcalde y, en vez de tomar en serio la denuncia, mandar a recibirla, sustanciarla y castigar a los culpables, la expresión en un Aló, Presidente fue “por allí andan hablando del gordo Juan, dejen a Juan tranquilo, que es un buen muchacho” Ni tan calvo, ni con dos pelucas. Esos 3 casitos de evidente corrupción de los millares que abundan, dejan al descubierto que en materia de corrupción el presidente, en sus elocuentes discursos hace un eximio ejercicio de hipocresía. En el próximo discurso, cuente una de vaqueros. Por sus ejecutorias os conoceréis.

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