sábado, 26 de septiembre de 2009

La comparación: Bolívar Y Gaddafi

Gaddafi es para Libia lo que Bolívar es para nosotros
Hugo Rafael Chávez Frías.

Al escuchar la comparación que el Presidente hace del tenebroso dictador Libio con nuestro libertador, surge una pregunta ¿Qué es Bolívar para Chávez? ¿Acaso Bolívar fue terrorista? ¿Bolívar fue un despreciable déspota? ¿Fue Bolívar un tirano que secuestró, subyugó y esclavizó nuestro país por espacio de 40 años? ¿Es tanta la demencia de nuestro héroe del Museo Militar para hacer semejante, grotesca e inaceptable similitud? Toda comparación es odiosa, pero esta es una atrocidad y monstruosidad sin parangón. Se pasó de maraca.

En unas de sus tantas y repetitivas chácharas, creo haber escuchado que también comparó a Fidel Castro con Bolívar. Surge de nuevo la pregunta. ¿Qué es Bolívar para Chávez? La historia que nos enseñaron en la escuela y la que hemos tenido la oportunidad de leer a través de libros bien documentados y mejor escritos por los historiadores más prestigiosos del país, latinoamericanos y del mundo, nos presentan a un héroe libertario, muy lejos de estos tenebrosos déspotas, violadores de derechos humanos, genocidas y terroristas. Nunca olvidéis la sagrada palabra de Bolívar: “Huid del país donde uno solo ejerza todos los poderes: es un país de esclavos” ¿Quién ejerce los poderes desde hace 40 años en Libia y 50 en Cuba? El comandante tiene ojos y debe ver.

Para los venezolanos Bolívar es lo más sublime. Un hombre que sembró la libertad en su patria Venezuela, además de Perú, Colombia, Ecuador, Bolivia y toda la América recibió su luz, su capacidad de amar, su palabra iluminada y fue llamado, reconocido y proclamado Libertador porque a eso, a libertar pueblos, dedicó toda su fuerza vital y genio militar. Venir a estas alturas del tiempo y el espacio a compararlo con unos sátrapas de la peor calaña, es algo que deja mucho que pensar del respeto, la consideración y veneración que dice Chávez profesar por nuestro padre de la patria. Hay que definirse.

El Presidente, tiene la impresión de que existen dos Obamas, que este tiene doble discurso y a cualquier mortal cuando escucha las tantas y repetitivas chácharas de Chávez le surgirán varias interrogantes ¿Cuántos Chávez existen? Uno que defiende la democracia en Honduras y aquí irrespeta la voluntad popular al no reconocer el triunfo de alcaldes y gobernadores. Uno que exige que en Honduras sea visitada por la Comisión de Derechos Humanos de la OEA y no permite que dicha comisión pise suelo patrio. Uno que se vanagloria del triunfo de los jóvenes futbolistas y otro que ni por asomo se acerca al grupo que está en huelga de hambre reclamando la libertad del atroz encarcelamiento de su compañero Julio Cesar Rivas Castillo. Juega con la palabra pensando que el pueblo es idiota. Yo te aviso Chirulí.
La odiosa, inaceptable y grosera comparación entre Bolívar y Gaddafi, nos coloca en una situación de irrespeto al padre de la patria y por ende al gentilicio venezolano. La jalada del Presidente Chávez al dictador Libio, más que una gracia es una grotesca morisqueta. Debería morderse la lengua y pedir disculpas públicas. Bolívar, con esa comparación, debe retorcerse en el Panteón Nacional. Es bueno cilantro, pero no tanto.

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