domingo, 15 de mayo de 2011

La rutilante victoria del imperio

Por justa que sea la causa del vencedor o la del vencido, el mal que causa, así la derrota como la victoria, es inevitable
Simone Weil (1909 – 1943)
Escritora francesa.


La crisis del servicio eléctrico se acentúa. Chávez, que nunca es responsable de nada de lo que sucede en el país, ante cualquier deficiencia de su gobierno, apela al manido argumento de que se trata de una confabulación, un saboteo o una conspiración del imperio. No importa quien este al frente de la administración de EEUU. Igual pasó con Bill Clinton, con George W. Bush y ahora con Barack Hussein Obama. Va para 13 años en el poder y en la dictadura imperial, hay elecciones cada 4 años, hay alternabilidad democrática, rendición de cuentas y también, según Chávez continuidad en el afán por dejarnos sin servicios públicos y con especial énfasis en la electricidad. En la oscuridad, diría el libertador, sólo trabaja el crimen. Nuestro comandante-presidente es inocente. No existe el imperio de la incapacidad, la ineptitud y la corrupción. Lo que está a la vista.

Consecuente con su prédica y del peligro, que representa el poderoso imperio, Chávez compra material bélico de última generación a los rusos. En esas compras incluye visores nocturnos. No se ocupa de ordenar los mantenimientos preventivos al sistema interconectado, no hace las inversiones para ir adaptando el sistema eléctrico a las demandas del presente y las futuras. La guerra contra el imperio, la vamos a dar en la oscuridad. En lo oscuro andan los burócratas. La reserva subirá al Guaraira Repano (El Ávila) con sus visores nocturnos y desde esa trinchera, resistiremos la invasión del imperio. El comandante-presidente dirigirá la guerra desde el Museo Histórico Militar. ¡Una guará!

Mientras Chávez afina, agiliza, perfecciona y armoniza su estrategia, el imperio de la incompetencia y la corrupción, continúa su paso arrollador. Nos deja sin cabillas y cemento para construir fortificaciones. Inicia un proceso de expropiaciones en el campo que diezma nuestra producción y no tenemos reservas alimentarias para las duras semanas, meses y años de resistencia en la guerra asimétrica que está por estallar. Las carreteras, autopistas y puentes, ya el imperio dio cuenta de ellos y las destruyó. El servicio de agua potable con el ataque despiadado del imperio al sistema eléctrico, también esta colapsado. Las refinerías fallan, las gasolineras no podrán dispensar combustible, etc, etc. Eso no importa. Patria, socialismo y, después de muertos, ¡venceremos!

No hay viviendas dignas para el bravo pueblo. Eso no preocupa. El patriotismo venezolano supera esas carencias. Los hospitales y toda la red de salud, no tienen jeringas, alcohol, algodón y menos suturas, pero vamos a darle la pelea al imperio. En todo caso nuestros soldados ya están concientes de que no hay viviendas por la acción perversa del imperio, que ese mismo imperio fue el que acabó con los hospitales y nos bloquea la llegada de los insumos médicos. Esas carencias, las supliremos, con el hospital que recuperamos en Uruguay y a la gente las llevaremos a las casas que construimos en Cuba, Nicaragua, Bolivia y otras partes del mundo. Esas inversiones en el extranjero tienen su visión estratégica militar. Los escuálidos ¡Ah! que hablen. Ellos no saben de esas cosas y viven chillando. Parecen camión cargado de cerdos.

El imperio no deja de atacar y trabajar a fondo. Tiene al alto mando eléctrico infiltrado y lo tiene dando palos de ciego. El abogado eléctrico actúa tal Rey Pirro. Tiene las capacidades diezmadas y canta victoria. El imperio penetró hasta los tuétanos los miembros del tren ejecutivo, el PSUV, el Patético Polo Patriótico y se burla de los servicios de inteligencia militar y civil del régimen, El imperio avanzará a paso de vencedores hasta las elecciones presidenciales del 2012. Es el imperio de la ineptitud, la corrupción y la incompetencia, que será derrotado por un pueblo, que en medio de esa guerra asimétrica, es el que sufre el mal que causa ese enfrentamiento verbal, virtual, insulso e irracional. El otro imperio, el propio, se ríe a carcajadas de un enemigo que se autodestruye. No disparan ni un rifle con balín y tienen asegurado su petróleo. Pa’ que más.

El imperio gringo, no nombra ministros, no ha administrado los más fabulosos ingresos de la historia del país. El imperio americano no regala el dinero, dilapida y roba el tesoro público de los venezolanos y menos nos obliga a asociarnos con Cuba, Nicaragua, Bolivia y los chuletas argentinos. No, no, no. Esta derrota tienen nombre y apellido: Hugo Rafael Chávez Frías. Todo esos errores estratégicos en la guerra asimétrica los cometió y comete nuestro comandante en jefe – presidente y ante tantos errores garrafales, el impero obtuvo una victoria rutilante. ¡Obvio! El imperio de la incapacidad. Te fijaste bien. ¿Los gringos? Yo te aviso chirulí. No hay chivo expiatorio que valga.

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