sábado, 7 de marzo de 2009

La inseguridad, ¿hay voluntad política?

No puede haber grandes dificultades
cuando abunda la buena voluntad

Nicolás Maquiavelo (1469-1527)
Historiador, filósofo y político italiano.


Hay quienes afirman que se puede vivir con hambre, pero no con miedo. Desde hace bastante tiempo en toda la geografía nacional todos vivimos con miedo y un gran porcentaje de venezolanos sobrevive con ambos males. Negarlo es cerrar los ojos ante lo evidente o estar bien ausente de la realidad nacional. Ahora bien, ante esta calamidad, en un país presidencialista, la responsabilidad primaria recae sobre el ejecutivo nacional quien diseña y pone en ejecución las políticas públicas. Es de Pero grullo.

Otra perogrullada es también responsabilizar al poder judicial quien está obligado a la aplicación recta, imparcial y severa de la ley. Igualmente tienen que preocuparse por este grave flagelo, que diezma a la población, todos los demás poderes del estado e este involucrar a toda la sociedad. Entender esa necesidad, no releva de la responsabilidad primaria al ejecutivo nacional, que insisto, es el rector de las políticas públicas y tiene que actuar en consecuencia. En eso estamos entendidos y sólo falta voluntad política. El ejecutivo nacional está obligado a liderar la cruzada contra la delincuencia.

Ahora bien, la situación de la criminalidad en todas sus manifestaciones, la violencia en todas sus expresiones, los secuestros en todas sus variables, los robos de todo tipo, atracos, arrebatones, saqueos de viviendas está generalizado y el clima de miedo, terror y aprehensión a que hemos llegado, nos coloca en una situación de sálvese el que pueda. Eso es muy peligroso. Persuadidos de esa desazón, los responsables vociferan su compromiso de asumir el reto, echar el resto y anuncian batallas para ganarle la guerra a la delincuencia desatada. Esperemos la aplicación de esas políticas y sus resultados positivos. En sus buenos oficios encomendamos nuestras vidas y la salvaguarda de nuestros pocos bienes.

Los que tenemos confianza en nuestra capacidad de vencer adversidades, nos negamos a aceptar esta nefasta realidad como una tragedia o imprecación con la cual viviremos mientras nos toque entregar la vida a manos de la delincuencia. En esa dirección vemos con gran preocupación que el gobierno nacional en su afán de controlarlo todo, no permitir la ayuda de los “otros” y mucho menos aceptar que esos “otros” elegidos por la voluntad popular puedan adelantar acciones, diseñar políticas y peor aún sentarse con esos “otros” para llegar a acuerdos que permitan minimizar la inseguridad dejan pasar el tiempo y la situación se torna insoportable. Lavan muy poco y no permiten que los “otros” utilicen la batea para entre todos lavar la fea verruga de la inseguridad que tiene a los venezolanos aterrorizados. Uníos, uníos o la delincuencia os devorará.

La Alcaldía Mayor instaló el Consejo Consultivo de Seguridad bajo la égida del eximio venezolano Fermín Mármol León, quien junto a otro grupo de calificados especialistas están por presentarle al ejecutivo nacional, los gobiernos regionales y locales del área metropolitana y zonas aledañas un Plan Metropolitano de Seguridad. La respuesta de los voceros gubernamentales es satanizarlo por adelantado. El alcalde Ledezma creo la Corporación Metropolitana de Seguridad – inconstitucionalmente le quitaron la rectoría de la Policía Metropolitana – que formó los Guardianes Metropolitanos, desarmados, cuya actividad será el auxilio vial, orientación de los vecinos en el respeto a la Ordenanza de Convivencia Ciudadana, prevenir delitos menores y servir de guías turísticos. La respuesta de los voceros del gobierno nacional. Son paramilitares y también los satanizan. ¿Y entonces? ¿Hay voluntad política para enfrentar la inseguridad? El pueblo observa, ve, evalúa, calla, pero vota. Por sus ejecutorías os conoceréis.
Lo cierto del caso es que estamos ante una emergencia nacional y una gran dificultad de consecuencias impredecibles. Los venezolanos estamos tras las rejas y los delincuentes son dueños de la calle, los sitios públicos, el campo y ya no respetan ningún tipo de seguridad por muy extrema que sea. ¿Nos adaptamos o sucumbimos ante la dificultad? Creo que NO. Hay que tener voluntad política y en Venezuela abunda en todos los sectores del país, voluntad de la buena.

1 comentario:

Unknown dijo...

Cheo, Soy del tigre, nacido en lo que una vez fue un pueblo bendito por las riquezas naturales, hoy es una guarida de vagos y maleantes... me gusta mucho leer tus remembranzas de el tigre viejo, de el pueblo de pudo ser y no lo dejaron...

dos tigrenses que quisiera que incluyeras en tus relatos...
Cleto Quijada... El viejo y el hijo... dos grandes pilares de la industria petrolera en el tigre..

Antonio Quijada... en la botique Yacoyina... tod el tigre lo conoce...

y A Jesus Zabala... gran Hombre.. 35 anos en la industria petrolera y 45 anos en el Tigre,,,

Hasme ese favor...

Si quieres contactame por mail..

Carlos.mencia@hotmail.com