domingo, 17 de julio de 2011

Chavistas de El Tigre: los grandes ausentes

El ausente se marca cada día
Proverbio japonés.


El Tigre se cae por los cuatro costados. El desastre es total. La gente en la calle está horrorizada. Chávez viene cada 4 años. En la campaña electoral. Alza la mano a un ilustre desconocido. Los electores salen a votar, no por la razón, sino por la pasión. Este es el candidato de mi comandante presidente y punto. El elegido del líder sale electo. Los seguidores de Chávez montan fiestas. El hombre asume el mando. Al cabo de los días la decepción es impresionante. Esa película la hemos visto. Lo que llama la atención es que los chavistas de El Tigre se callen, bajen la cerviz y acepten la tragedia. No hay quien abra la boca. Los grandes ausentes: los chavistas de El Tigre.

La situación se agrava cada día. Los directivos del PSUV municipal apoyan incondicionalmente al alcalde. El llamado poder popular se muestra displicente. La contraloría social indiferente. Las llamadas patrullas sólo participan buscando gente para los actos. No tienen voz, sólo voto. Los concejales viven en la estratósfera. La hecatombe no toca sus bolsillos. Eso les basta. Las autoridades regionales del PSUV, las pocas veces que visitan la ciudad, no se dan por enterados. Convocan una asamblea, dan un discurso y se van. Nadie vio, nadie sintió, nadie dijo nada y las cosas de mal en peor. Ellos, los chavistas de El Tigre, son los grandes ausentes.

Lo más grave, llamativo y hasta incongruente es que, no ven el desastre. Pareciera que no transitan por una calle. Llegan a la sede del PSUV por vía aérea. A pie, en vehículo, en moto, en bicicleta o por cualquier vía terrestre tienen que ver, sentir o apreciar la huecoteca que hay en las calles que bordean la plaza. Los que provienen de los sectores populares deben observar, a menos que sean ciegos, el gran deterioro de la vialidad urbana. La acumulación de basura. Las grandes montañas de maleza. La oscuridad de calles, avenidas, plazas y áreas comunes. El mal gusto en la construcción de unos costosos materos y que ahora para colmo, los mandan a demoler, en la misma acera de la alcaldía. Hay grandes ausentes y son los chavistas de El Tigre.

Lo que más llama la atención en la ausencia de la clandestina, secreta o ignorada Contraloría Municipal. ¿Hay quien pueda explicar el inmenso gasto en el mamotreto que dicen se llamará mercado socialista de pequeños comerciantes? ¿Quién o quienes autorizaron el gasto de la peligrosa y antiestética batea que construyeron en la entrada de la ciudad? ¿Quién justifica que en el relleno del estacionamiento del mercado campesino gastaron 500 millones de Bs.F.? ¿Quién supervisa, da el visto bueno y autoriza cancelar el pago de los asfaltados que a los días se le sale el relleno por todos lados? ¿Cuánto costo la reconstrucción de la avenida 5? ¿Dónde está el documento público que debe ser la memoria y cuenta que presenta el alcalde? ¿Por qué los concejales la esconden? ¿Alguien es responsable del colapso del relleno sanitario? ¿Y los 28 mil Bs.F que desaparecieron misteriosamente? Algo huele mal en El Tigre y los chavistas ausentes

El desastre de la ciudad no tiene dolientes socialistas, humanistas, revolucionarios, fidelistas, peseuvistas, pero ¡Que vaina! siempre hay un pero. La gente que vive, sufre y padece esta tragedia hecha gobierno por los chavistas, en las votaciones estará presente. Mientras los chavistas de El Tigre, andan ausentes la marca de este mal gobierno, encabezado por el foráneo, les marca la derrota electoral en el rostro. Más de 25 mil votos será la ventaja. Él se regresa a su isla con las alforjas full y dejará la marca o más bien la raya, para toda la vida a los ausentes del momento, que son los del PSUV que lo apoyan y se quedan en El Tigre. Despierten y reaccionen, luego será tarde.

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